Contigo no hay secretos,
eres mi diario abierto,
mi confidente de sueños,
mi guardián de miedos.
No hay mejor sensación,
que estar desnudo,
no hablo de ropajes,
si no de verdades,
de abrir las murallas,
que construiste alrededor de tu pecho.
Despojarme de mis cargas,
chillarlas siendo susurradas,
sabiendo que no vas a juzgarlas,
si no que,
me coges de la mano,
mientras las sollozo entre lágrimas.
Mientras dulce me miras,
me dices que esté tranquila,
que puede que mi ángel de la guarda,
haya estirado la pata,
pero que por mí,
te pondrás alas.
Siempre tuya.
Que la fuerza de la Luna esté con vosotros,
La Chica de la Luna
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