El para siempre en ocasiones no es cuestión de tiempo, si no de intensidad.

"No puedo hablar de nuestra historia de amor, así que hablaré de matemáticas. No soy matemática, pero de algo estoy segura: entre el 0 y el 1 hay infinitos números. Están el 0,1, el 0,12, el 0,112 y toda una infinita colección de otros números. Por supuesto, entre el 0 y el 2 también hay una serie de números infinita, pero mayor, y entre el 0 y un millón.Hay infinitos más grandes que otros. Nos lo enseñó un escritor que nos gustaba. En estos días, a menudo siento que me fastidia que mi serie infinita sea tan breve. Quiero más números de los que seguramente obtendré, y quiero más números para él de los que obtuvo. Pero, amor mío, no puedo expresar lo mucho que te agradezco nuestro pequeño infinito. No lo cambiaría por el mundo entero. Me has dado una eternidad en esos días contados, y te doy las gracias." -  Personaje Hazel en el libro Bajo la misma estrella.

Hoy acabé de guardar todas tus cosas, 

las he dejado a buen recaudo, 

en el fondo del armario,

y sí, decidí hacerlo justo hoy, 

tu día, 

para mi hoy ha sido el día de la liberación, 

dejo todas tus cosas bien escondidas, 

no quiero volver a cruzarme con tu fantasma por el pasillo.

el fantasma que me dejaste,

al irte y dejar  pedazos de ti esparcidos por mi suelo,

por las paredes, 

por la cama, 

por cada y uno de los más recónditos escondites de mi casa,

por toda mi vida,

en todo mi ser.

Prometí no hablarte, 

no soy de romper promesas, 

pero por primera vez quiero de hacerlo,

pero nunca falté a mi palabra 

y no lo haré,

no quiero ser yo quien rompa el silencio, 

quiero ver tu interés en mí, 

porqué por suerte o desgracia, 

el mío está claro

pero el tuyo hace tiempo que anda impreciso.

Mi cabeza te rehúye,

y una parte de mí, 

 te quiere lejos, 

pero ahí reside lo rocambolesco,

que te quiere

después de lo ocurrido

después del huracán que provocaste en mí, 

mi corazón allá donde lo tengas, 

sigue con tu nombre grabado a fuego. 

Sinceramente ansío cada parte de ti,
incluso algunas cosas malas, 

pero me dejaste el corazón derruido,

con quemaduras de noveno grado,

lleno de cicatrices,

mientras me desangraba,

y todo eso no se puede eludir.

A nosotros no nos queda ni París.

Que la fuerza de la Luna esté con vosotros,

La Chica de la Luna